Abrir un comercio en Michoacán es arriesgarse a ser robado; Morelia está por encima de la media
Negocios de distintos giros comienzan a abrir sus puertas esperando recuperar el tiempo perdido, pero con el temor de que ello atraiga a la delincuencia.
Arturo Molina / La Voz de Michoacán
Morelia, Michoacán. El robo a comercios mantiene un incremento en el estado de Michoacán. Durante los primeros meses del año y en la fase más aguda de la pandemia, los asaltos con violencia a los miles de comercios que existen tanto en la capital del estado como al interior se mantienen al alza.
Este delito registró un crecimiento moderado de 10.2 por ciento al cierre del trimestre pasado con una tasa de 5.45 carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes. La mayoría de los casos, estimados en 57 por ciento, se reportaron en Morelia, que alcanzó una tasa de 19.07 robos a negocio porcada 100 mil habitantes, una cifra muy por encima de la media estatal e incluso de la media nacional.
Michoacán registró una tasa de 34.63 robos con violencia por cada 100 mil habitantes, lo cual representó una baja de 10.25 por ciento en comparación con el trimestre anterior.
Las carpetas de investigación por robo a casa habitación no tuvieron cambio en comparación al trimestre anterior, calculando una tasa de 8.89 carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes.
Respecto a esta tendencia, organizaciones de la sociedad civil, empresarios y ciudadanos advierten una situación compleja. Si bien en el mejor de los casos algunos delitos disminuyeron en la primera mitad del año advierten que la tendencia no es natural o que no es derivada de políticas públicas que hayan impactado en la incidencia delictiva.
No obstante, desde el 1 de junio, con la reapertura de las actividades económicas en el estado, se detectó un incremento de 70 por ciento de la movilidad urbana y, con ello, también denuncias ciudadanas sobre asaltos con alto grado de violencia, uso de armas y hasta un incremento en los delitos de alto impacto como en el caso del homicidio doloso.
La pérdida de empleos, cierre de fuentes de trabajo y caída de la economía del estado es vista como el “combustible” para un incremento importante en la actividad delincuencial que marcará la segunda parte de este 2020.
No sólo es el robo a negocios, transeúntes y otras actividades ilícitas, sino la violencia como sello de las actividades delincuenciales que prevalecen en el estado desde hace varios años.
Robo, arraigado en Morelia
En la capital michoacana el asalto a negocios en prácticamente todas las colonias ha sido una constante de los últimos años. A pesar del incremento del estado de fuerza municipal, estatal y la llegada de nuevos cuerpos de seguridad, los asaltos siguen golpeando la economía de pequeños negocios, que en su mayoría son empresas familiares.
En el caso del Centro, Alfonso Guerrero Guadarrama, líder de Comerciantes y Vecinos del Centro Histórico (Covechi) de Morelia, señala que se teme la situación que vendrá con la reactivación de la economía, la apertura de comercios y el aumento a los niveles de movilidad de la ciudad capital.
Desde el pasado 1 de junio en Morelia los comercios del primer cuadro volvieron a levantar sus cortinas para recibir clientes y recuperarse del enorme boquete económico que generó la pandemia por el COVID-19.
Con lo anterior destacan el riesgo de que la delincuencia regrese con un mayor índice en todos los rubros y sobretodo, con mayor grado de violencia, a lo que se suma el actual escenario de crisis.
Atienden a mujeres
En seguimiento a la estrategia implementada para salvaguardar la integridad física de víctimas de violencia, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) atendió durante la última semana 63 medidas de protección y aseguró a 3 personas implicadas en hechos cometidos en agravio de las afectadas.
La institución, a través del Grupo Especializado para la Prevención y Atención de la Violencia Contra las Mujeres, mantiene acciones firmes en la protección de este sector de la población, llevando a cabo labores preventivas y de proximidad social encaminadas a brindar apoyo y atención.
Las medidas atendidas por los agentes fueron atención psicológica, orientación jurídica, vigilancia en domicilios.